De acuerdo con algunos vendedores de tours, desde que inició la llegada de dicho residuo marino los visitantes ya no quieren ir a las playas, por lo que han tenido que recurrir a una alternativa de paseo que cada vez se consolida más para salvar la temporada: los cenotes.
“Ahorita ya nos acostumbramos al sargazo de que es cada año y el turismo también, pero gracias a los cenotes que tenemos en Tulum, que es en el centro, eso nos ayuda”, comentó un trabajador.
Ariel Ramírez, quien también se dedica a la venta de tours, coincidió que ofrecer como alternativa el nado en cenotes los está ayudando a mantenerse.
“Aunque haya lluvia, aunque haya ciclones, los cenotes siempre están tranquilos, cristalinos, entonces pues ahí llevamos a la gente a que haga snorkel o buceo”, comentó.
Agregó que las expediciones a zonas arqueológicas también son una opción que poner al servicio de los vacacionistas que rechazan acudir a las playas ante la presencia de dicha macro algo, aunque en menor medida en comparación con los cenotes.
Con información de Quinta Fuerza
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